Ficha:

  • Nombre: Txarlazo (936m.) y pico del Fraile.
  • Situación: Travesía por el barranco de Délica
  • Punto de partida: Unzá (Alava). Sierra de Urkabustaitz. Carretera a Izarra.
  • Desnivel: 596 m. desde Tertanga. Dificultad media en  el paso del Pico del Fraile.
  • Duración: 6,30 horas. 23,4 km.

Mapa de situación:

18.7 km, n/a

Descripción: 

Es como si el Hacedor hubiese dedicado unos minutos más de su tiempo en acabar con primor este valle. El resto de su creación le salió perfecta. Aquí, en el valle de Orduña y en concreto en el barranco Délica, echó el resto. Este rincón de Álava es verdaderamente un paisaje único por su belleza y grandiosidad. Si algún foráneo lee estas líneas y tiene tiempo y ganas que se acerque a visitar este enclave natural, donde el rio Nervión nace después de saltar unos 300m en cascada vertical que apenas roza el suelo, totalmente micronizada. Mañana del 19,04,06. Comenzamos nuestra andada en el pueblo de UNZA en una mañana fría que ronda los cero grados en las campas de la sierra de Guivijo. Ni frio ni calor. Nos dirigimos en dirección sur-oeste hacia el cortado del baranco, atravesamos una BARRERA metálica y abandonando el camino que traemos torcemos a nuestra derecha por un sendero que desciende suavemente hacia el valle.

Los cortados del monte Arando y la cascada de Délica se nos ofrecen a nuestra izquierda en los recodos del camino según bajamos. Así mismo a nuestra derecha la sierra Salvada, con los orgullosos picos del Tologorri y Unguino, se recorta en el azul del cielo. La Virgen de la Antigua corona la cumbre del Txarlazo a la que nos dirigimos. Pasamos por una fuente ITURRI, y en pocos minutos llegamos al pueblo de DÉLICA, atravesando el paso a nivel a la entrada del pueblo. Un trenico, como decimos en mi tierra,  de cinco vagones rechifla agotado ascenciendo hacia los altos de la meseta. Nos dirigimos hacia la Iglesia del pueblo y por su parte derecha encaramos la carretera que se dirige hacia ZAMARRO y PAUL ascendiendo ligeramente por las faldas del barranco. Los animales pastan alegremente en las campas herbosas y se muestran curiosos de nuestra presencia. Un bebé burrito levanta sus orejas a nuestro paso. Seguimos en dirección a TERTANGA, al que llegamos una vez cruzada la carretera que desciende del puerto de Orduña. Junto a la Iglesia del pueblo tomamos a nuestra derecha y antes de terminar las últimas casas del pueblo doblamos a la izquierda hacia una señal de tráfico, (prohibido coches y motocicletas), donde comienza una pista a la derecha que por la parte superior de una gran BALSA recién hecha, encara la ascensión por las fajas de la sierra en dirección al clásico camino que ascienden de Orduña pueblo hacia la Virgen de la sierra, La Antigua.

En el punto PISTA nos incorporamos al camino clásico, que después de agotadores zig-zags, se interna en la sierra por un estrecho portillo, una vez pasada la iturri GUALDETXU. En la cumbre TXARLAZO, a la sombra de la imagen de la Virgen, damos cuenta de nuestro almuerzo. Tres horas nos ha costado la ascensión desde el pueblo de Unzá. Nos dirigimos hacia el PORTILLO del Pico del Fraile, para descender por uno de los rincones más bellos de la sierra Salvada de nuevo en dirección a TERTANGA. El precioso sendero se precipita valle a bajo, encañonado entre las paredes del portillo hasta doblar a la izquierda como a los 650 m de altura. A partir de este punto el camino faldea por la faja del Txarlazo en dirección a la vertical del pueblo de Tertanga por un sendero imposible que apenas hiere la tierra. Marcas dos naranjas paralelas.

Descendemos por la inclinada loma en dirección al pueblo, al que llegamos por senderos marcados por las vacas que ascienden a los campos altos en busca de frescos pastos. A partir de aquí nos quedan dos horas para deshacer el camino de la mañana en dirección a Unzá, a donde llegamos pasadas las 15,30 horas. Seis horas y media nos ha costado la andadura.

Una deliciosa caña de cerveza en Murguía nos alivia la sed que nos ha provocado el cansancio. Nunca he disfrutado tanto con el rubio líquido. En vez de bebérnoslo, nos hubiéramos metido dentro de la jarra. A tanto nos impulsa el sol acumulado.

Fotografías:

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