Ficha:
  • Nombre: Urkiolamendi(1008m.), Anboto (1331m)
  • Situación: Parque de Urkiola.
  • Punto de partida: Santuario de San Antonio de Urkiola. Puerto de Urkiola.
  • Desnivel: 581 m.
  • Duración: 4 horas y 10,26 km.
  • Cartografía: IGN- 87-II
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9.3 km, 03:50:31

Desde el siglo XIII el Santuario de Urkiola preside sobre sus 750m., lo que hoy conocemos como parque natural de Urkiola. Rodeado por las impresionantes moles calizas de las peñas de Durango, de la que ya hemos hecho algún comentario, los San Antonios de Urkiola, pues se trata de dos Antonios, San Antonio de Padua y San Antonio Abad, han recibido regularmente y durante siglos, las romerías de los vascos y vascas que allí han acudido a pedir por sus deudos y para librarse de los males. Las vascas acudían y siguen acudiendo, con mas devoción si cabe, a pedir marido; alguno de los dos Antonios, no se si el de Padua o el Abad, eran santos casamenteros. Y allí puedes ver a alguna moza dando vueltas a un peñasco para que San Antonio se fije en ella y le busque marido. Cuanto mas fea era la moza, mas vueltas tenía que dar a la peña.

Aparcamos junto al Santuario y de inmediato comenzamos la ascensión a Urkiolamendi remontando las verdes campas que cubren las laderas del citado monte. Como en una media hora de suave ascensión en dirección sureste y nos colocamos en la cumbre de este monte, Urkiolamendi, que es uno de los mejores observatorios del parque. La luz del sol pugna por hacerse presente a través de un grueso manto de nieblas que cubren las cumbres de la sierra de Anboto y aledañas. Después de una larga mirada sobre los riscos del parque descendemos suavemente al collado de Asuntze. A nuestra derecha en el collado queda la iturri de aguas ferruginosas que tantas veces nos ha calmado la sed producto de nuestras andaduras por el parque. Tomamos por la pista empedrada que en dirección sur va remontando hasta el punto, nada mas comenzado el hayedo, donde unas tablillas nos orientan al camino de ascenso. Giramos a nuestra izquierda para ir adentrándonos en el hayedo a tomar las marcas rojas que nos irán acompañando en la fuerte ascensión. Docenas de montañeros han tenido la misma idea en esta agradable mañana del mes de octubre-08. La ascensión se vuelve más exigente a cada paso. Se recomienda no perder las marcas. A partir de una estela funeraria que encontramos en el cresterío cimero hay que tomar ciertas precauciones. Encontraremos algunos pasos dificultosos y un tanto aéreos que sortearemos asegurándonos bien a las rocas con nuestras cuatro extremidades…y los dientes si es necesario. Abstenerse con roca mojada o helada. Es un paso de dificultad media alta que se supera sin problemas sin perder los nervios. En superado, la cumbre de Anboto está a nuestro alcance. Las nieblas han desaparecido cuando hacemos cumbre y una extensa panorámica se extiende a nuestros pies. Prácticamente todas las cumbres elevadas del País Vasco se ofrecen a nuestra vista. En los confines, la sierra de San Lorenzo aparece blanqueada con las primeras nieves. Es una agradable sensación de dominio de las alturas solamente empañada con el recuerdo del descenso y el volver a enriscarnos en los pasos aéreos que hemos descrito. En el collado de Asuntze decidimos remontar de nuevo Urkiolamendi para aprovecharnos de nuevo de la vista del parque y de la iluminación soberbia de que ahora disfrutamos y que no hemos tenido en las primeras horas. Ya en el santuario una pareja de recién casados desciende enamorados las escalinatas de la Iglesia. Nos da la impresión de que ella no tuvo que dar muchas vueltas a la piedra para buscar marido; es una guapa moza.

 

 

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