Ficha:

  • Nombre: Andarto (1076 m.)
  • Situación: Sierra de Zaraia
  • Punto de partida: Puerto de Arlabán. Carretera Vitoria a Bergara GI 627
  • Desnivel: 476 m. desde el puerto de Arlabán. Dorleta
  • Duración: 17,4 km.  4,5 horas.
 
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8.7 km, 00:00:00

El valle de Degurixa, depresión krástica de la sierra de Zaraia, es uno de esos rincones de la montaña vasca que no se le olvidará fácilmente al montañero que tenga la suerte de visitarlo. Rodeado de alturas de unos 1100m. el verde valle de Degurixa se hunde a los 901 m. formando como un remanso de paz en medio de una naturaleza agreste y calcárea. Las aguas que caen al valle no tienen otra escapatoria que filtrarse en el terreno a través de las numerosas simas que a modo de embudos abundan en la planicie. Unas cuantas txabolas pastoriles decoran el valle y el sonido de los cencerros de la ovejas y caballos ponen un contrapunto musical a un paisaje de enorme belleza. Por el este el valle se cierra por un enorme peñasco piramidal, el pico Andarto. Va a ser el objetivo de nuestra salida mañanera.

Como en la anterior ascensión al Mugarriluze aparcamos el coche en los caseríos de San Juan de Zar, próximos al puerto de Arlabán. La primera parte de la ruta es la ya conocida hasta el punto POSTE de nuestra ascensión a Mugarriluze. En las Campas del Rayo tomamos de nuevo el sendero a Aurdi y en el punto POSTE tomamos a nuestra izquierda en dirección a Kurutxeberri. La mañana es espléndida y la temperatura en la zona ronda los cero grados. La hierba a tramos blanquea por la escarcha. Es el primer aviso de que el invierno se acerca. En la fuente de ZAMPABURU aprovechamos para llenar nuestras cantimploras. Continuamos adelante y pasado el alto de Bizcarlatza en el punto CRUCE descendemos a nuestra derecha por las pista que nos derajará al fondo del valle de Degurixa. El sol se eleva por encima de la Sierra de Elguea. Ni una nube estropea el cielo de un azul purísimo. Unos potrillos juguetean con su madre cerca de su cabaña. Todo es paz y tranquilidad en DEGURIXA. Algún pastor, ya motorizado, merodea por la zona con su todoterreno ruidoso y humeante, rompiendo la quietud del valle. Todo el arbolado del fondo del valle se resume en unos cuantos fresnos que hacen de centinelas en las txabolas y que las protejen de los rayos y del fuego. La hierba del prado luce escandalosamente verde y fresca, como si por ella no hubiesen pasado los calores del verano. En frente nuestra se alza altiva la cumbre de Andarto. Pasado el monte Maruatz doblamos ligeramente a la derecha para dirigirnos a la vertiente suroeste de Andarto y comenzar el ascenso en el punto donde un haya con una gran flecha en el tronco nos orienta hacia la cumbre. Ya en la cima de ANDARTO contemplamos el precioso valle de Araotz, tierra del iluminado Lope de Aguirre buscador de El Dorado. Al fondo al este los picos de la sierra de Aitzkorri  ponen sombra y protección al monasterio de Arantzazu.

Desenfundamos nuestro bocatas y desenvainamos nuestra botella de vino. Todavía el valle del Deva aparece cubierto de nieblas. Anboto y Udalaitz compiten sobre las nubes por mostrarnos su belleza pétrea iluminada por un sol rojizo. Nos volvemos a contemplar desde lo alto el valle de Degurixa como para constatar de nuevo una belleza que nos parece irreal. De alguna forma nos resistimos a descender de Andarto y poner punto final a una visión que el color otoñal de las hayas contribuye a hacer mas pintoresca y cromática.

 

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