Ficha:

  • Nombre: San Tirso (1333 m.)
  • Situación: Sierra de Cantabria o Toloño.
  • Punto de partida: Bernedo. Ermita Nra, Sra. de Okón. Alava.
  • Desnivel: Unos 600 m. de desnivel desde Ermita Okón.
  • Duración: Unos 7,2 km. de travesía y unas 3 horas de duración.
  • Cartografía: IGN_171-I y II 
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3.5 km, 23:56:39

Escondida bajo la falda norte de la Sierra de Cantabria o de Toloño, como también se la conoce, se encuentra una preciosa ermita dedicada a la Virgen de Okón, cerca de Bernedo (Alava). En su interior se venera una imagen de la Virgen, tipo Andra Mari o Madre de Dios, que data del siglo XIII. Desde este emplazamiento privilegiado, rodeado de frescos hayedos, podemos contemplar los puntiagudos riscos de la sierra mencionada, uno de los cuales va a ser nuestro objetivo para esta fresca mañana de Marzo-2010: San Tirso. Aparcamos junto a la ERMITA y tomamos de inmediato dirección sur hacia un POSTE de señales que nos pone sobre el verdadero sendero de ascensión. En pasado el poste el camino gira a nuestra derecha en dirección oeste, para pausadamente ir remontando la falda de la sierra a través de un hayedo no exento de abundante vegetación de bog y otro tipo de bosque bajo. En el punto CURVA como a los 1000 m. de desnivel el camino zigzaguea con brío para ganarle unos metros a la pindia ladera y continuar de nuevo dirección oeste faldeando en suave ascenso hacia el collado serrano.

Cuando alcanzamos la lomada nos encontramos a nuestra izquierda con un enorme monolito pétreo, conocido como BONETEde San Tirso, algo así como un enorme grano rocoso donde pueden pasar un buen rato los amantes de la escalada. Nosotros continuamos nuestra andada para llegar en breve a la ermita de San Tirso, roqueda donde las haya, pues salvo su pared norte el resto es un cuenco natural al abrigo de la enorme roca que la cobija. Lo poco que hemos averiguado de San Tirso es que se trata de un mártir de origen toledano y que sufrió martirio en los tiempos del Emperador Decio allá por la Apolonia de Bitinia (Bulgaria, junto al mar Negro); (¿qué pintaría un toledano por aquellas tierras?).

Las advocaciones a San Tirso se extienden por toda la península. De la ermita tomamos directos al corredor, que gateándolo sin miedo, nos pone en la cima de San Tirso. Abstenerse con roca helada. El panorama en la cima es soberbio. Una sucesión de picos en dirección este oeste forman como la espina dorsal de un enorme dragón fosilizado y que separa las húmedas tierras alavesas de las cálidas y soleadas extensiones riojanas. Después de dar gusto al gatillo de nuestra cámara, descendemos con sumo cuidado el corredor citado para volver a tomar la diagonal de bajada a la campa de Okón. Dicen los chismorreos de la zona que por la noche La Virgen de Okón allá en el valle y San Tirso allá en lo alto se susurran cosas….¡y qué cosas! que el viento lleva de acá para allá.

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