Ficha:
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- Mapa de situación:
9.3 km, 00:08:01
- Descripción:
Los días de este final de año 2006 transcurren fríos y plomizos. Días grises en los que se confunden el cielo y la tierra en una única cortina nebulosa ahí en el horizonte cercano. De nuevo nuestro objetivo la Sierra de Izki. Aparcamos el coche en una pequeña explanada, PARKING, junto a una vieja báscula abandonada a la entrada del pueblo de Antoñana. Retrocedemos andando por la carretera al puerto de Azázeta como unos 50 metros hasta tomar una pista amplia en dirección oeste hacia el Soila que asoma orgulloso entre las brumas. En el punto SENDA a nuestra izquierda pasamos una valla con marcas montañeras y tomamos una estrecha senda que se adentra en el bosque en dirección sur-oeste.
En pocos metros llegamos a unas tablillas, TABLA, donde se nos indica el comienzo de la senda del Tejo(agin). A nuestra derecha vamos ascendiendo, ya a tramos fuertemente, por la senda del tejo, rodeados de naturaleza y de especies arbóreas únicas que la diputación de Alava ha señalizado con las correspondientes leyendas. Las especies arbóneas estaban allí antes que la diputación se decidiese a remarcarlas. Alava disfruta de un legado naturístico de gran valor que nuestros antepasados supieron preservar. A ver si hacemos lo mismo. Llegamos al punto culminante de nuestra ruta. El TEJO centenario se nos presenta de pronto en un recodo del camino. La TAXUS BAKATA se despierta alegre a nuestra llegada mostrando todo su esplendor centenario como estrenado anteayer. Insulta su juventud secular ante los que su pálpito vital no les llevará al siglo de existencia, y es decir mucho.
Continuamos por debajo de la cornisa del Soila, y después de pasar debajo de varios tilos así mismo centenarios, nos vamos encaramando, con ayuda de una maroma, en la plataforma superior, TABLA2. Ya en ella continuamos a nuestra izquierda como unos 700 m. hasta alcanzar sin dificultad alguna la cumbre del SOILA. Metros antes de ella un enorme orificio perfora la montaña a modo de ojo vigilante sobre el valle del recién nacido río Ega. Retrocedemos como unos 300 m. hasta el punto HITO, donde un montón de piedras nos indica el descenso hacia el pueblo izkiano de Korres. Descendemos sin dificultad entre los bojs, para conectar con un camino a la izquierda en el punto CRUCE, que nos llevará al pueblo de KORRES. Ya en el pueblo descendemos a la cuna del barranco del río Izki para continuar aguas abajo dirección al pueblo de Bujanda. Nos entretenemos unos minutos en la PRESA del río para contemplar sus tranquilas aguas festonadas por diversas plantas acuáticas. Como unos 600 m. mas abajo otra tablilla, TABLA3, nos indica el cambio de dirección hacia Antoñana, dejando el camino principal a Bujanda. Nos quedan unos tres km. de andada en medio de una naturaleza privilegiada, a la que el rigor del invierno tiene sumida en un letargo largo y cansino.
Debajo de enormes castaños, punto TABLA4, de maderas nobles nos vamos acercando poco a poco al ya conocido TABLA, para retomar la pista de la mañana que nos devuelve sin sorpresas a Antoñana. Tiene algo de mágico la sierra de Izki. El adentrase en ella siempre entraña un reto para el montañero que quiere experimentar sensaciones nuevas en parajes agrestes. Izki es como un laberinto natural de barrancos, cárcabas y simas, que ponen a prueba al montañero mas experimentado.
Además el invierno profundo concede a la Sierra de Izki un punto de misterio y tenebrosidad, así como de reto y aventura. Una verdadera gozada al lado de casa. Ya de retorno a Vitoria en los bares Sierra de Izki en Maestu y Andollu en el pueblo del mismo nombre, damos buena cuenta de un par de pintxos especialidad de la zona, regados con un rico, rico, rico, vino de rioja, alavesa of course. ¡Qué dura es la vida del montañero!.
- Fotografías: