Ficha:
  • Nombre: Ganekogorta (998m.).
  • Situación: Sierra de Ganekogorta.
  • Punto de partida: Zollo (Vizcaya).
  • Desnivel: 672m. desde Zollo.
  • Duración: 4 horas. 13,62 km de travesía.
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13.1 km, 21:38:54

En las inmediaciones del Gran Bilbao el valle de Zollo vive a espaldas de la gran urbe. Apenas los fines de semana los domingueros se acercan por la zona a disturbar la paz secular de este pequeño valle vizcaíno que se recuesta placidamente en las laderas de la sierra de Ganekogorta. Kamaraca y Goikogane lo vigilan desde lo alto cerrando toda posibilidad de salida hacia el sur. Únicamente por el este una estrecha carretera une el valle con el pueblo de Miraballes. En el centro del valle un precioso pantano sirve de espejo donde los picos de la zona se miran y aderezan para recibir a los numerosos montañeros que ascienden por sus diversas laderas. Hacemos un primer intento de ascensión a Ganeko el día 18,02,07. Durante la noche había estado diluviando. Cuando comenzamos la ascensión los caminos son auténticos ríos que se precipitan laderas abajo, hacia el cauce del Nervión que ya no puede beberse tanta agua. Está al borde del desbordamiento. Ya en el collado de Pagasarri el cielo se nos echa encima y una intensa pedregada nos hace desistir de nuestro intento como a 606 m de altura. Lo intentamos de nuevo el día 04,03,07.

La mañana amanece demasiado cálida para las fechas. Unos 18º cuando comenzamos la ascensión sobre las 9h. de la mañana. Dejamos el auto en la revuelta anterior a la entrada del pueblo de Zollo, en un parking preparado al efecto. Retrocedemos unos metros y tomamos a nuestra izquierda en el punto CARRETERA por una pista que pasa en medio de unos enormes caseríos. Pronto llegamos a una trifurcación y tomamos por la pista mas a nuestra izquierda que asciende decidida por entre los pinos. Pasado el punto VALLA, donde una puerta metálica nos cierra el paso, el camino sigue ascendiendo en dirección noroeste hasta el punto CRUCE donde tomaremos a la derecha. Vamos a faldear el Ganeko por su vertiente este. En breve llegamos a una pequeña FUENTE y a una pista asfaltada a nuestra derecha que obviamos siguiendo de frente por la pista en dirección al COLLADO de Pagasarri o collado de Muñagane, punto del que nos habíamos vuelto la vez anterior. La mañana está clara y despejada cuando al cambiar de vertiente se nos ofrece allá abajo la línea de costa con la visión del superpuerto y los pueblos de Santurce y Las Arenas a ambos lados de la Ría de Bilbao. Dejando a nuestra izquierda el Gane-txiki (877m.) la pista se dirige ya decidida hacia la cumbre emblemática de GANEKOGORTA que surge orgullosa entre las brumas de la mañana. El viento sur nos azota impenitente mientras ascendemos; el sudor de la ascensión apenas permanece unos instantes en nuestra piel.

No puedo por menos de recordar la memoria de un entrañable amigo que subió cien veces a Ganeko desde Larraskitu; gran vividor y vitalista en el buen sentido, jugador de pelota y gran amante de la cocina y del vino rioja, si era posible vino delgado, crianza quería decir él. Lo mismo se comía un plato de alubias hasta las cartolas, que se subía a Ganeko en tres cuartos de hora, que se pegaba un partido de pelota sacando hasta el siete. Bilbaíno de pura cepa, fanfarrón sin malicia y lleno de cordialidad. Te recordaré siempre, amigo Urtiaga. Tampoco los aires del Ganeko conceden la inmortalidad. En la cumbre de Ganeko no hay quien resista en pié. El fuerte viento lo mismo te arranca lágrimas absurdas que te limpia los mocos de una condensación forzada por los fríos del océano. Vamos descendiendo a toda prisa el cono de Ganeko en dirección sur, camino de Santa Lucía, y en el punto CRUCE1 nos desviamos a la izquierda para comenzar el descenso al valle de Zollo. En CRUCE2 giramos fuertemente a nuestra izquierda hacia el barranco del río Larrumbe y por su vertiente izquierda vamos dejándonos caer suavemente, entre un bosque de madroños, hacia el pueblo de USTARAN y de este a nuestro final, el pueblo de Zollo. Ya la naturaleza comienza a exhibir sus mejores galas e innumerable flores galanan el retorno al punto CARRETERA donde nuestro coche espera pacientemente nuestra llegada. Un precioso carnero, el rey del mambo, nos recibe alborozado, cuando no ha sido capaz de asomar la oreja por la mañana. Tenía demasiado trabajo.

El valle de Zollo siempre se quedará con nosotros. Hemos quedado en volver a comer unos garbanzos en el bar del pueblo, ZOLLOKO TABERNA, donde una chimenea esquinera pone unos grados de calor a un entorno entrañable. Y donde además una guapa moza se ríe incrédula de nuestras aventuras cimeras. ¡Qué dura es la vida del montañero! Sufres y nadie te cree.

Fotografías:

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