Ficha:

  • Nombre: San Adrián (1113 m.)
  • Situacion: Sierra de Urbasa (Navarra)
  • Punto de partida: Bakaiku. Carretera de Vitoria a Pamplona.
  • Desnivel: 600 m.
  • Duración: 3 ida y vuelta. 11,2 km.
Thumbnail image

 


 

10.6 km, 03:35:18

 La modesta cumbre del monte San Adrián (1113m.) se asoma al valle de Ergoyena desde un vertical acantilado que se enfrenta altivo a los enormes contrafuertes del San Donato. No por modesta deja de tener interés esta cumbre. El ascenso a la misma desde el pueblo navarro de BAKAIKOA (Bacaiku) se realiza por una preciosa senda que va ascendiendo suavemente, colgada a los contrafuertes de la sierra de Urbasa y monte Baiza. Aparcamos junto a la Iglesia del pueblo y vamos ascendiendo hacia la parte alta del mismo en dirección sur hacia la sierra. Pasamos el punto GRANJA donde unos ruidosos chuchos nos reciben con mala gaita. Vamos ascendiendo suavemente en dirección sureste por pista primero y luego sendero en una inclinación que en unos 5 km nos permitirá encaramarnos al los mil metros de la sierra. Pasamos los puntos SUBID1 y SUBI2 llevando siempre a nuestra izquierda los inclinados taludes que se precipitan hacia el valle de Burunda y Ergoyena. La mañana amenaza lluvia y las cumbres están totalmente ocultas a nuestra vista. En el punto PORTILLO de Lizarraga pasamos la valla metálica y nos orientamos hacia el este, tomando el cortado como referencia. Como en un km de andada llegamos a la cumbre del monte SAN ADRIAN coronado por una acogedora ermita dedicada al santo del mismo nombre. Apenas podemos divisar la ermita a 5 metros de distancia. La niebla lo cubre todo. Adivinamos abajo el precioso valle de Ergoyena donde todavía duermen los coquetos pueblos de Unanua, Torrano y Lizarraga. Frente a nosotros se adivina la enorme silueta del Beriain que recientemente visitamos. A nuestras espaldas la sierra de Urbasa y sus enormes masas forestales se pierden bajo las brumas escondiendo leyendas centenarias y cuentos de viejas al amor de los braseros. La mañana no da más de sí. Descendemos tranquilamente a Bacaiku por el mismo sendero. A la llegada a la Iglesia del pueblo, donde hemos aparcado el coche, una pareja de novios se apresta a jurarse amor eterno en presencia de una multitud de invitados que ya hace aguas pensado en el banquete que les espera. Y no es para menos. Uno de los mejores chuletones de mi vida me lo he comido en el restaurante LA BORDA de Etxarri Aranáz. Hacia allí se dirige la pareja enamorada mientras nosotros nos esforzamos por pasar de invitados del novio o de la novia. Imposible con nuestras pintas.

 


 

contentmap_plugin