Ficha:

  • Monte: Erlo (1026m.).
  • Punto de partida: Azpeitia (Guipuzcoa)
  • Desnivel: 946 m.
  • Duración de la travesía: 4 horas ida y vuelta aprox.
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  • Mapa de situación:

7.1 km, 00:02:39

 Descripción:

 El macizo de Izarraitz tiene su mayor exponente en el monte Erlo. Montes y cruces se aúnan para asomarse silenciosos sobre la cuna de San Ignacio en Loyola. Las cimas que circunvalan el valle, Irukurutxeta, Samiño, Ernio, ERLO, Xoxote, kaKueta, hacen la zona de sumo interés montañero. Mañana fresca de fin de otoño, con fuerte viento sur, es la que escogemos para ascender al monte Erlo desde el mismo pueblo de Azpeitia. Es la ascensión al Erlo que presenta mayor desnivel, pues hemos de subir de 80m. a 1026m.

Comenzando en la –IGLESIA- parroquial, gótico vasco del siglo XVI, nos dirigimos por una carretera a la izquierda del templo hacia el cementerio-HILERRÍA- del pueblo y por la izquierda del mismo seguimos ascendiendo. La subida zigzageante de la pista nos lleva hasta el caserío-URRETA TXIKI-, donde abandonamos la pista de cemento y tomamos a nuestra derecha un camino empedrado que asciende por detrás de la casa en dirección norte, faldeando las caídas del Xoxote. Como a una hora de andada llegamos al collado de -MENDIUTE- donde se acuesta holgazana una pequeña borda al lado mismo de un bonito bosque de hayas. En este punto torcemos a nuestra izquierda para encarar la vaguada de Badiolegitxo, entre el Xoxote y el Erlo. Entre un bosque de hayas y pináceas, con algún abedul mezclado, ascendemos en dirección oeste hacia el collado de Azketa. Las hayas con sus ramas desnudas dan al paisaje un toque fantasmal. Pasamos junto a la preciosa -FUENTE AZKETA- donde calmamos un poco la sed de la andadura. Seguimos el hollado camino en ascensión hacia el collado. Ya divisamos la nevera de Azketa cuando nos desviamos a nuestra derecha por un precioso sendero roquedo que asciende por la vertiente este del Erlo. Tardaremos unos 20 minutos en hollar la cima del ERLO. De la cumbre del Erlo nos dejamos caer hacia el XOXOTE y de este nos dirigimos a visitar la curiosa NEVERA de AZKETA de la que en su día la nieve prensada convertida en hielo, se bajaba a lomos de mulo para ser vendida a los azpeitiarras para refrescar el vino. Se supone que los buenos padres de la Compañía de Jesús aprovecharían así mismo dichas frigorías para refrescar sus bebidas, no precisamente el vino de misa. Nos dejamos caer de nuevo a la fuente de Azketa y desandamos el camino a Azpeitia dejando atrás los fuertes soplidos del viento solano que en algún momento apunto ha estado de hacernos perder el paso y dar con nuestro cuerpo en tierra. Atrás ha quedado el macizo de Izarraitz, verdadero enjambre de antenas, cruces, y estatuas de santos, que dan un toque de mal gusto a la naturaleza brava que hemos disfrutado.

  •  Fotografías:

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